Ideales para el descanso y la tranquilidad, nuestras casitas son modestas, sencillas y agradables, y están pensadas para disfrutar de unas vacaciones en plena naturaleza. Los exteriores están habilitados para pasar entretenidas comidas y reuniones junto a la barbacoa, para disfrutar de una agradable lectura frente al mar, o broncearse arropado por el silencio, y son ideales para que los niños puedan jugar mientras los padres disfrutan de un rato de charla y tranquilidad en el porche contemplando un bonito atardecer frente al mar.

¡Ah! La finca se alimenta prácticamente en exclusiva con energías renovables, lo cual puede limitar algunas comodidades “prescindibles”, como secarse el pelo con secador, o cualquier otro aparato que requiera mucha energía. Y cuando llegue la noche, necesitaréis de una linterna para moveros por la finca. Sin embargo, a cambio os ofrecemos un cielo único, sin contaminación lumínica, un “puntito de aventura” y esa comunión con la naturaleza que nos hace apreciar las cosas y nos engrandece el alma.